Discurso del Papa Francisco a las familias neocatecumenales.

En su discurso a las familias neocatecumenales, el Papa Francisco animó a evangelizar con amor.

No podía faltar, en la audiencia que el Papa Francisco hizo en el Aula Pablo VI del Vaticano a las familias neocatecumenales, el sonido de los acordes de la guitarra de Kiko Argüello entonando diversos cantos del Camino Neocatecumenal. Fue el pasado 1 de febrero cuando el Papa concedió este favor a más de 400 familias, con un sin fín de niños y adolescentes, y a ellas dirigió sus palabras de forma emotiva.

Audiencia del Papa Francisco al Camino Neocatecumenal 2014

De entre estas familias en misión, 174 formarán parte de diversas misiones «ad gentes» y viajarán a diversos países del mundo para evangelizar, y por eso el Papa, siempre partidario de que los cristianos combatan contra la comodidad de permanecer en casa, les agradeció esa entrega en nombre de la Iglesia. Y es que las «missio ad gentes» son la plasmación práctica de los mensajes que el Papa insistentemente hace de armar lío y salir de la parroquia para anunciar el Evangelio a todos en las calles y plazas. Solo que llevado al extremo, viajando allí donde la Iglesia tiene nula o escasa presencia.

Bajo la premisa de que «no hay mayor pobreza que ignorar el idioma del lugar en el que vives», estas familias se apoyarán en Jesucristo para ir salvando obstáculos, y demostrar así con su propia experiencia y la de sus hijos que «sólo Dios basta», como ya decía Santa Teresa de Ávila. Y el Papa les animó a «evangelizar con amor«, llevando a todos la buena noticia de que «Dios ama al hombre como es, con sus límites, sus errores y también con sus pecados«.

Todo ello sumado a consejos a una de las realidades eclesiásticas que mayor importancia está cobrando en la actualidad, el Camino Neocatecumenal, recomendando a sus fundadores Kiko, Carmen y el Padre Mario que velen por la conservación de la comunión de las comunidades con cada una de sus respectivas parroquias. «La comunión es esencial«, les dijo el Papa. En algunas ocasiones puede resultar mejor «renunciar a vivir con todo detalle lo que exigiría vuestro itinerario para garantizar la unidad entre los hermanos que forman una única comunidad eclesial, de la que siempre debéis sentir que formáis parte«, les dijo. Asímismo, les recomendó a todos tener mucha paciencia con aquellos que, sin fuerzas o con dificultades para seguir el itinerario neocatecumenal, abandonan su comunidad. El Papa destacó que la libertad es fundamental, y debe respetarse a quienes optan por no seguir este «exigente camino».

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Estuvieron presentes en este acto numerosos cardenales, entre los que destacan los españoles Antonio Cañizares y Antonio María Rouco Varela, así como los cardenales Schönborn, Rylko, Dziwisz y Vallini entre muchos otros que también acudieron, siendo un total de cerca de 100 prelados.

Discurso completo del Papa Francisco en este encuentro con las familias del Camino Neocatecumenal.

Queridos hermanos y hermanas:

Agradezco al Señor por la alegría de su fe y por el ardor de su testimonio cristiano, ¡gracias a Dios! Los saludo a todos cordialmente, para comenzar al equipo responsable internacional del Camino Neocatecumenal, junto a los sacerdotes, seminaristas y catequistas. Un saludo lleno de afecto para los niños, presentes aquí en gran número. Mi pensamiento va de modo especial a las familias que irán a diversas partes del mundo para anunciar y testimoniar el Evangelio.

¡La Iglesia les está agradecida por su generosidad! Gracias por todo lo que hacen en la Iglesia y en el mundo. Y precisamente en nombre de la Iglesia, nuestra Madre, la Santa Madre Iglesia jerárquica, como le gustaba decir a San Ignacio, me gustaría ofrecerles algunas recomendaciones sencillas.

La primera es la de tener el máximo cuidado para construir y conservar la comunión dentro de las Iglesias particulares en las que irán a operar. El Camino tiene su propio carisma, su propia dinámica, un don, que como todos los dones del Espíritu tiene una profunda dimensión eclesial. Eso significa ponerse a la escucha de la vida de las Iglesias, a las que sus responsables los envían, valorando sus riquezas, sufriendo por sus debilidades si fuera necesario y caminando juntos, como un único rebaño bajo la guía de los Pastores de las iglesias locales.

La comunión es esencial: a veces puede ser mejor renunciar a vivir en todos sus detalles aquello que su itinerario exigiría, para garantizar la unidad entre los fieles que forman la única comunidad eclesial, de la que siempre deben sentirse parte.

Otra indicación: adonde sea que vayan, les hará bien pensar que el Espíritu de Dios siempre llega antes que nosotros. Esto es importante: ¡El Señor siempre nos precede! Piensen en Felipe, cuando el Señor lo envía por aquel camino en el que encuentra un administrador sentado en su carruaje. El Espíritu llegó primero: él leía al profeta Isaías y no entendía, pero el corazón ardía. Así, cuando Felipe se le acerca, él está preparado para la catequesis y para el Bautismo.

¡El Espíritu siempre nos precede! ¡Dios siempre llega antes que nosotros! Incluso en los lugares más remotos, incluso en las culturas más distintas, Dios esparce por doquier la semilla de su Palabra. De ahí brota la necesidad de prestar especial atención al contexto cultural en el que ustedes como familias van a obrar: se trata de un ambiente que es a menudo muy diferente del que provienen.

Muchos de ustedes se tomarán el trabajo de aprender el idioma local, a veces difícil, y este esfuerzo es apreciable. Tanto más importante será su esfuerzo de ‘aprender’ las culturas que encontrarán, sabiendo reconocer la necesidad del Evangelio que está presente en todo lugar, pero también considerando la acción que el Espíritu Santo ha realizado en la vida y en la historia de cada pueblo.

Y, finalmente, los exhorto a cuidar con amor los unos de los otros, en particular a los más débiles. El Camino Neocatecumenal, en cuanto itinerario de descubrimiento del propio Bautismo, es un camino exigente y largo en el cual un hermano o hermana pueden encontrar dificultades imprevistas. En estos casos, el ejercicio de la paciencia y de misericordia por parte de la comunidad es un signo de madurez en la fe.

La libertad de cada individuo no debe ser forzada, se debe respetar también la eventual opción de los que deciden buscar, fuera del Camino, otras formas de vida cristiana que los ayuden a crecer en su respuesta a la llamada del Señor

Queridas familias, queridos hermanos y hermanas, los aliento a llevar por doquier, incluso en los ambientes más descristianizados, en especial a las periferias existenciales, el Evangelio de Jesucristo. Evangelicen con amor, lleven a todos el amor de Dios. Digan a los que encuentren por los caminos de su misión que Dios ama al hombre tal como es, aun con sus limitaciones, con sus errores, con sus pecados. Y por eso ha enviado a su Hijo para que Él tomara nuestros pecados sobre sí. Sean mensajeros y testimonios de la infinita bondad del Padre y de su misericordia inagotable.

Los encomiendo a nuestra Madre María, para que inspire y sostenga siempre su apostolado. A la escuela de esta tierna Madre, sean misioneros celosos y alegres. ¡No pierdan la alegría! ¡Adelante!

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